En la Cala del Infierno, un rinconcito de Cerdeña

… a ti mismo para garantizar un mejor futuro a todos.

Ya está aquí la Navidad, esa época del año en el que el olor que asoma a cada rincón de nuestros pueblos y ciudades consigue hacernos sonreír con más facilidad que el resto del año. Durante estos días lucecitas de mil colores, árboles y adornos navideños, belenes, villancicos y decenas de artilugios decorativos más inundan el ambiente de nuestras casas, calles y plazas.

Como a muchos de nosotros nos gusta tener un pequeño detalle con nuestros seres más queridos, una vez más, al igual que hago cada año por estas fechas, voy a recordaros la importancia de no caer en el brutal consumismo y derroche que tanto perjudica a nuestro planeta y por ende, a nuestra salud. Nuestro consumismo está ocasionando efectos adversos en la Tierra y con pequeños cambios en nuestros hábitos podemos contribuir a garantizar un mejor futuro. Si aun no has comprado ese detalle que andas buscando te animo a visitar este artículo «para ayudar a conservar nuestro planeta» que publiqué hace un par de años por si te ayuda a elegirlo.


En este artículo voy a proponerte hacer algo bien distinto a lo “habitual”. Te animo a que seas egoísta, a que inviertas tu tiempo y dinero en ti en beneficio propio haciéndote buenos regalos, sin duda los mejores, invirtiendo en tu propia salud. De este modo tu cuerpo te lo agradecerá y paralelamente conseguirás regalar un mejor futuro al planeta y a todos nosotros. Te presento unos sencillos consejos para animarte a poder conseguirlo.

1.- Regálate menos y mejor comida. Un buen plato preparado con especial cariño es mucho mejor que una mesa repleta de comida. No es necesario que te zampes el triple de comida que un día normal. Si decides comer marisco o carne, modera tu consumo. Y cuidado con los dulces o postres que contengan aceite de palma u otros elementos que tanto degradan el medio ambiente y perjudica tu salud.

Buena presentación de un plato de pulpo extraido y degustado en la costa de Algarve. Menos transporte, menos emisiones de CO2.


El aceite de palma. ¿Sabías que…

El producto que más daño provoca en países del Sur es el denominado “aceite de palma”. Se obtiene de la palmera aceitera, cuyas plantaciones se incrementan a un ritmo acelerado en América del Sur, África, Indonesia, Malasia o Papua Nueva Guinea entre otros. De la palmera aceitera se obtiene un aceite vegetal utilizado para la elaboración de comidas congeladas, margarinas, bollería, helados, biocombustibles, limpieza del hogar, productos de higiene personal, etc. Estas plantaciones conllevan la pérdida de hábitat para especies como el orangután, ya que dado sus hábitos arborícolas dependen de los bosques, por lo que la especie se acerca peligrosamente a la extinción.

Orangután aceite palma
Orangután (Pongo pygmaeus) víctima de la deforestación para cultivar el aceite de palma que se emplea por ejemplo en la elaboración de la «nocilla». Foto extraida de «El Confidencial».


2.- Regálate y consume productos más sostenibles (y si es posible con certificación ecológica) como pescados de nuestras costas (mira la etiqueta y comprueba que proceda de pesca sostenible. Éxige poner a la vista la etiqueta, el «DNI» del pescado pues es obligatorio por ley), carnes de nuestras sierras y verduras de huertos cercanos sin tratamiento con pesticidas. De este modo evitarás ciertos problemas cardiovasculares, oseos y otros. Rechaza los alimentos transgénicos o provenientes de estos. No desperdicies alimentos, guarda el sobrante para los días venideros.

Frutas en el mercado de abastos en Olhao, Algarve (Portugal). El consumo de productos locales evitan transporte y por tanto emisiones de CO2.


3. – Regálate una buena presentación de tus platos. Un plato bien presentado «sabe mejor» y te hace sonreír. Sonreír crea felicidad y la felicidad es salud. No utilices vasos, platos y cubiertos de plásticos pues suelen contener bisfenol A (BPA). Según los últimos estudios científicos los relacionan con el cáncer de mama y de próstata.

4. – Regálate dieta mediterránea. Es muy saludable, tanto para ti como para el planeta. ¿Sabías que la dieta mediterránea es ya patrimonio inmaterial de la humanidad?

Según un artículo de Greenpeace…

– El 75% de la superficie agrícola mundial se destina a la alimentación y crianza de animales, lo que implica que cada año miles de hectáreas de nuestro planeta estén siendo deforestadas.

– Los alimentos importados recorren de media unos 4.000 km antes de llegar a las tiendas y mercados, lo que supone una enorme emisión de CO2 a la atmósfera favoreciendo el calentamiento global.

– El 90% de las poblaciones de peces del Mediterráneo están sobreexplotadas, al igual que el 43% de los peces de aguas europeas en el Atlántico.

– La cría de langostinos está acabando con zonas costeras tropicales como los manglares y desplazando a sus comunidades, con la correspondiente perdida de biodiversidad.

5.- Regálate emociones: sal al campo, pasea por una ciudad para conocer el patrimonio cultural y arquitectónico, sal a tomar una cerveza (en cantidades moderadas mucho más sana que un refresco) o a comer moderadamente con los amigos y familia. Haz en definitiva todo aquello que te guste y que no suponga degradación medioambiental ni de tu salud (fumar, estar todo el día frente al televisor…).


6.- Regálate deporte. Sal a correr, caminar a buen ritmo… Si has de desplazarte usa el transporte público, ve andando o en bici. Hacer deporte puede ser 100% gratis y además consigue liberar el estrés reduciendo el riesgo de infarto de corazón. No es necesario que vayas perfectamente equipado o que compres materiales para practicar ciertos deportes. Tampoco es necesario que lleves ropa deportiva de última generación (ropa ajustada que luzca tus mejores perfiles y mayores encantos); puedes usar el pantalón y sudadera de toda la vida, como yo hago.

7.- Regálate consumir menos electricidad en tu hogar. ¿Sabías que la mayor amenaza ambiental a la que se enfrenta nuestro planeta es el cambio climático? Si reduces el consumo de electricidad frenarás el desarrollo del cambio climático. Modera la potencia de la calefacción, el uso de agua caliente o la iluminación entre otros. Si tienes frío, ponte un jersey, mira qué fácil. Si sigues estos pequeños consejos a largo plazo tu salud y bolsillo te los agradecerán.

Estas son tan solo algunas ideas que pueden ayudar a mejorar tu salud y conservar nuestro planeta, el único que tenemos, a vivir de una manera más sana y a tener más felicidad. Seguro que a tí se te ocurren muchas más. ¿Me dices cuáles? Te dejo con este video que te ayudará a elegir ese regalo (lo mismo ni tienes que gastar dicero) que andas buscando estos días, parecidos o incluso mejores que aquellos que yo propuse hace un par de años en mi artículo.

Que la magia sea vuestro mejor viaje,

vuestra sonrisa el mejor destino y 

el respeto por la naturaleza vuestro mayor desafío en 2017.

¡Feliz Navidad! ¡Feliz 2017!

Este experimento social hizo cambiar a 27 jóvenes sus regalos de Navidad. ¿Tú lo cambiarías?