A las 6 de la mañana estábamos subidos al 4×4 dispuestos a abordar un nuevo día de safaris en la Reserva Nacional Masai Mara. Dado que en la jornada anterior no tuvimos la suerte de ver el cruce del río Mara hoy haríamos un segundo intento por verlo. No podíamos irnos de Kenia sin ver de cerca el mayor espectáculo natural del mundo.
Día 11: safari para ver el cruce del río Mara
Unos minutos más tarde de alejarnos del campamento, por supuesto con las barrigas bien llenas gracias al magnífico desayuno en el Sentrim Mara Camp, nos adentramos en el paraíso de la fauna africana.
Como ya os comenté en nuestra guía para viajar a Kenia, decidimos ir directos a ver el cruce del río Mara y permanecer en una de las márgenes del río a la espera de que ocurriese el milagro natural. Evidentemente, las paradas que hacíamos como consecuencia de las joyas faunísticas que deambulaban a nuestra izquierda, a nuestra derecha y arriba, planeando o aleteando en el cielo, alegraban nuestro camino.
A medida que nos acercábamos al lugar exacto para ver el cruce del río Mara, se intuía la migración. Unos minutos más tarde, nos encontrábamos inmersos en la manada.
Miltón (el guía asignado por la agencia de safaris en Kenia que contratamos) se dirigió a la orilla sur para ver el cruce del río Mara. Nos comentó que era el lugar perfecto para hacer la espera y que desde allí podríamos ver los saltos mortales, los veraces ataques de los cocodrilos del Nilo y oír los mugidos de sus víctimas intentando alcanzar la orilla en la que nos encontrábamos.
Pasaban los minutos y las horas y los miles de ñus y cebras que pastaban en la orilla opuesta parecían nuevamente no mostrar el más mínimo interés por cruzar. He de reconocer que por unos instantes pensé que podría repetirse el desastre como en el día anterior en la Reserva Nacional Masai Mara.
Minutos más tarde un grupo de diez barbudos se acercaron con cautela a la orilla del Mara para contrarrestar los efectos del duro calor.
Los cocodrilos esperan el gran paso. Ellos saben cuándo entrar en acción, y ante esta situación, con escasos ejemplares, hay pocas posibilidades de caza. ¡Para qué malgastar energías durante el cruce del río Mara! Deciden esperar en la orilla.
Minutos después, los hipopótamos comienzan a ponerse nerviosos. Se adentran en el agua indicándonos que pronto todo el panorama iba a cambiar.
Comienza el cruce del río Mara
Una valiente, tímida y solitaria cebra se adentra en el río, los cocodrilos no pueden esperar. Se tiran al agua. Por suerte para ella, no para nuestras cámaras ni para los cocodrilos, logra cruzar el río Mara a sano y a salvo. ¡Masai Mara se pone nerviosa!
Los ñus que bajaron a beber deciden unirse a la manada. No intentan cruzar el río Mara, deciden regresar. Sin embargo, la manada se acerca a en la orilla y obstruye el retorno a quiénes deseaban regresar.
La serenidad del Mara abre paso al nerviosismo. Un pequeño grupo de ñus, contagiados por la tímida cebra, se aventura también a cruzar. El río Mara al fin parece tener movimiento. ¡Nos regala un primer pequeño cruce!
Esta vez la suerte no se apiadó de algunos de ellos porque había profundidad suficiente para que los cocodrilos empezaran con los intentos de ataque. Juzguen ustedes mismos.
El miedo se establece plenamente en la manada. Los ñus, cada vez más numerosos, con sus mugidos continuos y conscientes del gran riesgo, se amontonan para cruzar todos juntos. Cada segundo que pasa se van amontonando, lo que impide el retorno. Ahora sí. Se avecina poco a poco el cruce esperado por todos.
La gran manada está nerviosa. Sabe que tiene que cruzar el río Mara, pero el miedo le atenaza. Los ñus se empujan los unos a los otros y los guiris preparamos las cámaras. Ahora sí, miles de ñus y cebras van a cruzar el río Mara.
Los cocodrilos buscan ejemplares de menor tamaño, es más fácil darle caza.
Algunos ñus se ven obligados a dar un gran salto. Los enormes cocodrilos de seis metros saltan al agua al unisono. Siguen cruzando. Otros cien, ya son doscientos, trescientos… ¡Miles de ñus y cebras van a hacer el cruce del río Mara!
Un adulto intenta alcanzar la orilla. La concentración de cocodrilos aumenta. Las posibilidades de supervivencia disminuyen en el cruce del río Mara.
La lucha por la supervivencia es cada vez mayor. Un ñu adulto está a punto de salvar la orilla del río Mara, pero llegan refuerzos amenazantes. El cansancio comienza a aparecer. La debilidad crece. Las fuerzas se agotan. Es el fin para muchos tras el intento del cruce del río Mara.
Instantes más tarde otro ñu en el momento de alcanzar la orilla es atacado por un enorme cocodrilo. Afortunadamente para él el intento del reptil es fallido. Pero la escasa tregua es finalmente una falsa alarma. No hay esperanza, los esfuerzos son en vano. Llega por su derecha un nuevo ejemplar, esta vez de mayor tamaño. Le lanza un mordisco al cuello intentando ahogarlo. Llegan siete nuevos cocodrilos. En total son nueve los cocodrilos del Nilo que tratan dar caza al ñu. Ante esta situación, sólo un milagro podría salvarle. Tras más de cinco minutos de agonía mezclada con mugidos ensordecedores, la vida del ñu llega a su fin.
Tras más de dos horas viendo una gran batalla en el río vuelva la calma al Mara. Abandonamos la orilla del río Mara para ir a buscar a los supervivientes. De regreso al campamento la Reserva Nacional Masai Mara nos obsequió con un adulto de águila marcial.
Cae la tarde, Masai Mara se tranquiliza, nuestros sentidos se relajan, y mi mayor experiencia de naturaleza ha llegado a su fin.
Día 12: Safari en Masai Mara y visita a poblado Masai
Felices por todo lo vivido el día anterior en el cruce del río Mara nos dispusimos a realizar nuestro último safari en la Reserva Nacional Masai Mara. Como por la tarde nos iríamos a la playa de Tiwi (en el océano Índico) decidimos acortar la duración del safari, máxime si queríamos visitar un poblado Masai.
Safari de mañana en Masai Mara
En el Masai Mara no hay tiempo para aburrirse. Masai Mara siempre tiene algo que ofrecer. Una carroñada con más de una veintena de buitres (ver las especies de aves de Kenia avistadas durante el viaje a Kenia) es asaltada por un chacal.
Unos cientos de metros más adelante (parece mentira, sorpresas por todos lados), un león devora los restos de una vaca Masai.
Tras más de 20 minutos de «papeo» el león abanda la presa dirigiéndose lentamente hacia un arroyuelo cercano a refrescarse. Hubo un momento que el león pasó justo al lado de la ventanilla de nuestro vehículo. La cerré. Confieso que por unos segundos sentí un poco de miedo, solo un poco. Estuvo tan cerca que no es de extrañar que me diese tiempo a hacerle incluso un retrato a su rostro cubierto de sangre.
Continuamos con las sorpresas matutinas de este viaje a Kenia. Turno de nuevo para el guepardo. No podíamos despedirnos de la Reserva Nacional Masai Mara sin darle el último adiós. Se encontraba muy cerca de una manada de búfalos pero no le vimos cazar.
Visita al poblado Masai
Una visita a Masai Mara está incompleta sin la entrada a un poblado Masai. Reconozco que siempre he mostrado cierto rechazo a pagar para ver este tipo de numerito, pero dado que a la mayoría de los compañeros del viaje les apetecía me vi obligado a ceder. No obstante he de reconocer que no estuvo tan mal. Os cuento mi experiencia.
Primero has de pagar una entrada. A nosotros nos pidieron 10$ americanos que fueron imposible regatearlos. Sólo pagando te permiten hacerles tantas fotos como quieras.
Nada mas pagar, los guerreros Masai nos hicieron el típico bailecito, el cual he de decir que es espectacular verlo a la vez que escuchas el sonido típico que nace de sus gargantas. Fue el mismo baile que nos hacían todas las noches mientras cenábamos en Sentrim Mara Camp.
Las mujeres Masai cantaron para nosotros. Además, nos hicieron pasar al interior de una de sus casas Masai a mostrarnos dónde y cómo viven.
En ningún momento nos ofrecieron beber leche de cabra. Hay que tener cuidado con esto si decides probarla.
Los hombres Masai nos mostraron como hacer fuego con un machete y madera.
Como colofón final a la visita al poblado Masai nos hicieron pasar al mercadillo en el que vendían figurillas, pulseras, collares, escudos y machetes guerreros, etc. Los precios son prácticamente el que tú quieras pagarle. Al principio será difícil el regateo, pero cuando te despides de ellos van a buscarte y aceptan el precio que le ofreciste. No seas travieso y abuses de esta gente. Piensa lo qué supone para ti pagar unos dólares más y lo que significa unos dólares para ellos, máxime si te das cuenta de todo lo que has pagado para hacer este viaje.
La experiencia Masai llega a su fin. Aunque Kenia nos regaló las mejores de las emociones en el Parque Nacional Aberdares, en la Reserva Nacional Samburu, en la Reserva Nacional Buffalo Springs y en el Parque Nacional Nakuru, para mi Mara es diferente, es especial. Nuestros safaris por África habían terminado. Hasta ahora habían sido los mejores safaris de mi vida. Kenia superó con creces lo esperado.
Pero aún faltaban cinco días de viaje, unos días que aprovecharíamos para disfrutar de la magia del Océano Índico. Tiwi nos ofreció el broche de oro a nuestro viaje africano, cinco días entre aguas color turquesa y arena blanca, arrecife de coral, peces de mil colores, estrellas de mar, pescado recién capturado del mar y lo mejor de todo, ¡sin turistas, sin guiris!. ¡Estábamos nosotros solos! Pero eso es otra aventura que os contaré en el siguiente artículo. Anímate a leerlo.
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Hola Antonio.
Es impresionante todo lo que relatas.
Perfectamente me trasladas con tus descripciones tan realistas.
Las fotos enamoran de tanta belleza y ya la experiencia debe ser única!!
Muchas gracias por compartirlo y poder disfrutar de tu maravillosa experiencia.
Un fuerte abrazo.
Hola Rocío.
Muchas gracias por tus palabras llenas de optimismo y que tanto animan.
Un abrazo.
FOTAZAS!! una de mis ilusiones viajeras, qué emocionante debe ser estar ahí! Una pasada de viaje, pondré la hucha a ver si cae. Un abrazo.
Hola Caliope!
Anímate a empezar con esa hucha, pero si sabes buscar seguro que encuentras buen precio como nosotros lo encontramos. Me alegra que te gusten las fotos, Caliope.
Un abrazo enorme.
Hola Viagra.
Por favor, no haga comentarios automáticos para dar publicidad a su producto. Es un blog de intercambio de experiencias viajeras y su propósito no es ese.
Gracias.
Todas las áreas de el Serengueti son vitales para las migraciones de millones de grandes mamíferos: el ñu azul , la cebra de Burchell , la gacela de Thomson, hace 10 años fui a un viaje a este lugar , todavía estoy impresionado al ver a el gran León
Hola Afrika.
Es un verdadero honor que te asomes a naturaleza y viajes. Mi experiencia no es tanta como la tuya en este tipo de viajes. Has estado varias veces y lo habrás pasado en grande. Ojalá pudiese repetir aventura. Sería muy muy enriquecedor.
Gracias por tus palabras.
Abrazos
Hola Antonio, estuve en Mara en 2005 la primera vez, desde entonces no puedo dejar de ir cada vez que puedo….y ya van cuatro…..Como tu, he tenido la suerte de ver a los ñus cruzando el río mara, espectáculo, que a los amantes de la naturaleza se nos antoja único, (Estar en el momento justo en que decide cruzar el primer ñu fue un momento muy emotivo, ver cruzar el resto fue sencillamente apoteósico).
Me ha gustado mucho tu relato y tus fotos todavía más. Me alegro de haber encontrado tu relato en el foro de los viajeros, y así también tu blog. Saludos y enhorabuena.
Afrika.
Hola Aitor.
Lo cierto es que a medida que lo redactaba sentía que me trasladaba al corazón de Masai Mara y la emoción que sentía era sobrecogedora. No soy el más indicado para convencerte de ello, puesto que tú lo viviste antes que yo.
Aitor, fue la mayor aventura de toda mi vida, y pocos fenómenos naturales me harán sentir así. Por muy grande que sea cualquier otro rincón del mundo, nada superará las emociones que sentí en Masai Mara o incluso Samburu, "el Reino de los cielos". Nunca debemos decir "volveré", puesto que nunca se sabe con certeza. Es cierto que aun me queda mucho por conocer, pero sí lo intentaré de cualquier manera dentro de algunos años.
Abrazos.
Felicidades Antonio,con este artículo de tu último safari has conseguido que sintiera una sensación similar a la que sentí con mi último safari allá por el Tsavo: quiero mássss!!!
Creo que nunca me cansaría de revivir aquellas sensaciones.Sin lugar a dudas,un auténtico paraíso para todos los que somos unos apasionados de la vida salvaje en su estado más puro.
Abrazos.
Hola Juan!
Me alegro verte asomar nuevamente por mi sala. Gracias por tus palabras.
Cuenta con ello, eso está hecho, nos vemos este fin de semana en Huelva.
Besos a los supertres.
Hola Antonio. Aunque lo vimos en vuestra casa de Jaén, nos a gustado verlo de nuevo en tu blog (por cierto, muy bueno). un saludo de Mamen, Martina y mío. nos vemos en Huelva
Hola Paquito.
Gracias por tus palabras y por dejar el comentario. Lo cierto es que ni yo mismo podía creerme lo que tenía ante mis ojos. Fue un verdadero espectáculo.
Lo de la "penica"… qué se le va a hacer, así es la vida.
Hola Agustín.
Gracias igualmente por asomarte una vez más a Naturaleza y Viajes. Me alegro que disfrutaras tanto con las fotos como con la redacción.
Hola Carmina.
Bienvenida nuevamente. Gracias también a tí por tus palabras. Me alegro que te gustasen las fotos y en especial esas que mencionas.
Besos y abrazos a todos.
Antonio, tus fotos son EXPECTACULARES ¡¡
No me canso nunca de decirte el magnífico trabajo que haces. Me encantan tus viajes y la foto de los cocodrilos atacando a los Ñus…q fuerte ¡¡
muchos besos guapo¡¡
Carmi.
Hola Antonio, enhorabuena por las fotos pero sobre todo por la experiencia, qué envidia SANA me dá.
He disfrutado un montón viendolas y leyendo las aventuras.
Un abrazo
Hola Antonio.
Le acabas de quitar todo el mérito a los de National Geographic, porque tú has hecho en unas vacaciones las mismas fotos que ellos en 3 años.
Impresionantes.
Sólo una cosa…. a mi me dan penica los ñues y las cebras, todo el mundo parece estar esperando que alguien se los zampe. En fin les tocó la peor parte.
Hola Abel.
Gracias a tí por asomarte a Naturaleza y Viajes. Gracias también por tus palabras. Me alegro que hayas viajado también a Masai Mara. Era mi intención contarlo lo mejor posible.
Abrazos.
Hola Antonio.
Gracias por compartir con nosotros esos momentos.
Enhorabuena por las fotos y la redacción. Me has hecho parecer que estaba yo allí.
Un saludo.