Valencia es una ciudad llena de sorpresas donde el turismo, la gastronomía, la artesanía y el ocio son protagonistas. Viajar por Valencia siempre es un placer, así que en este artículo te contamos qué puedes ver y hacer en la capital del Turia. ¡Vamos allá!
Experimenta en la Ciudad de las Artes y las Ciencias
Este espacio, posiblemente el más fotografiado de Valencia, se compone de varios edificios. El primero de ellos es el Palau de les Arts, que es un teatro diseñado por Santiago Calatrava en el que hay espectáculos de ópera y donde también se pueden hacer visitas guiadas. L’Umbracle es un mirador con vistas al resto de los edificios de la Ciudad de las Artes y las Ciencias con vegetación mediterránea y tropical y con exposiciones.
El Museo de les Ciències es un museo interactivo en el que tanto mayores como pequeños aprenden sobre ciencia y tecnología de una forma divertida y diferente. Por último, la guinda del pastel es el Oceanogràfic, siendo el más grande Europa con más de 500 especies diferentes, con el túnel submarino más largo del continente o con la única familia de belugas de Europa. Nosotros fuimos al Oceanogràfic de Valencia con niños y la experiencia fue extraordinaria.
Vive el pasado en el centro histórico de Valencia
El centro histórico de Valencia está plagado de monumentos de mucho interés. Entre ellos destaca la Catedral de Valencia, donde se dice que está el Santo Cáliz que se utilizó en la Última Cena. Es una iglesia de estilo gótico, con cruz latina y cimborrio. También son muy interesantes los frescos renacentistas del altar mayor y su Museo Catedralicio.
Otros lugares de la capital valenciana que todo el mundo debería conocer son la Basílica de la Virgen de los Desamparados y el Mercado Central, un edificio histórico que todavía sigue en funcionamiento para comprar carne, caracoles, quesos, especias, frutas, verduras y mucho más. Por otro lado, la Lonja de la Seda es Patrimonio de la Humanidad y uno de los monumentos del gótico civil más famosos de Europa, y la Iglesia de San Nicolás, que se puede visitar por dentro. Lo más recomendable es hacer una visita guiada por el centro histórico de Valencia para no perderse nada.
Descubre la artesanía
El callejero de Valencia es el que más nombres de calles tiene dedicado a profesiones tradicionales. Y es que la artesanía en Valencia es protagonista, ya que con solo pasear un poco por sus calles encontrarás varias tiendas de artesanía.
Son locales muy diferentes en los que se encuentran productos muy originales. Algunos son antiguos, otros son más modernos, pero lo que todos tienen en común es que están hechos a mano. Su valor diferencial es el tiempo y el mimo con el que se han fabricado.
Degusta la gastronomía valenciana
Una de las mejores cosas de viajar es comer bien probando la gastronomía local, y Valencia no podía ser la excepción. De hecho, en Valencia podemos encontrar el plato típico de España por excelencia: la paella valenciana. Otros arroces como el arroz negro, el arroz con costra, el arroz al horno o el arroz al senyoret también son comunes en la capital del Turia.
Y, por si fuera poco, también tienes que probar el esgarraet, el aspencat y los buñuelos de calabaza. Y para los que les gusta el dulce, los fartons, que se suelen tomar mojados en horchata, también típica de la región.
Disfruta de sus playas
Y para los que les gusta tomar el sol mientras escuchan el sonido del mar o simplemente ver un atardecer sentados en la arena, no hay nada mejor que disfrutar en una de las playas de Valencia. Algunas de las más destacadas son La Malvarrosa, La Devesa o Pinedo, entre otras muchas. Sin duda, son grandes opciones para bañarte en el mar sin tener que salir de la ciudad.
Además, el clima de Valencia es ideal para ir a la playa y, al ser el mar Mediterráneo, la temperatura del agua es más que apetecible para adentrarte a nadar. Este es un plan que siempre gusta tanto a los mayores como a los pequeños de la casa y es gratuito y fácil de organizar.
Haz una excursión a L’Albufera
El Parque Natural L’Albufera se encuentra a tan solo 10 kilómetros de la ciudad. Tiene una extensión de 21 000 hectáreas y es uno de los humedales más importantes de Europa. Puedes ir en coche, en un bus turístico o incluso en bicicleta por un carril bici habilitado para ello.
Una de las actividades que más gustan a sus visitantes es dar un paseo en las barcas artesanas, que reciben el nombre de albuferencs. Sea como fuere, lo importante es que disfrutes de las más de 300 especies de aves que viven en este parque natural, muchas de ellas acuáticas. Y para los más aficionados a la ornitología, la visita al Centro de Interpretación Racó de l’Olla es obligatoria.
Como ves, Valencia es una ciudad llena de sorpresas por descubrir y, en definitiva, un lugar ideal para cerrar el verano.
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