En este artículo sobre qué ver en Dachau os mostraré esta pequeña ciudad alemana localizada a escasos kilómetros de Múnich. Hasta allí nos acercamos en nuestro cuarto viaje a Alemania en diciembre de 2015.
Hubo un tiempo en el que la ciudad de Dachau solía ser visitada para contemplar su castillo o palacio de estilo renacentista y pasear por sus bonitas y románticas calles. Sin embargo, a raíz de la construcción del primer campo de concentración nazi y del auge del turismo, la visita a Dachau se limitó prácticamente a conocer este lugar en el que miles de prisioneros fueron humillados y perdieron la vida.
Desde entonces el turismo ha obviado los muchos rincones hermosos que ver en Dachau, y por eso hoy quiero enseñarte esta peculiar ciudad alemana.
Dónde está Dachau
Esta ciudad del Estado de Baviera se encuentra a orillas del rio Amper sobre una colina elevada desde la que es posible disfrutar de unas increíbles vistas de Múnich y los Alpes. Atesorar bucólicos paisajes le supuso a Dachau acoger a la colonia artística más importante de la Alemania de principios del siglo XX. Todo ello ha hecho que Dachau se convierta en una más que interesante urbe para visitar sus múltiples atractivos independientemente de su campo de concentración.
Aunque el objetivo de nuestra visita a Dachau era acercarnos al Dachau Concentration Camp Memorial Site y a su mercado de navidad (Christkindlmarkt Dachauer, en alemán) decidimos aprovechar nuestra estancia en la ciudad para visitar algunos de los principales puntos de interés que nos recomendaron en la oficina de información turística.
Pasear con parsimonia por sus coquetas calles, visitar sus edificios históricos o tomar un cafelito entre alemanes observando sus quehaceres diarios fue sin lugar a dudas todo un acierto. Perdernos por esta ciudad sin sentirnos agobiados por las típicas masas turísticas tan frecuentes en algunas ciudades como Berlín, Núremberg o Rothemburg or der Tauber nos permitió conocer de cerca la verdadera esencia del pueblo alemán.
Mapa con los lugares qué ver en Dachau
Por ello, hoy os muestro todo lo que descubrimos paseando por la ciudad de Dachau. En el siguiente mapa he geoposicionado los lugares que ver en Dachau.
Casco antiguo qué ver en Dachau
Cada vez que llego a una ciudad totalmente desconocida y me pongo a caminar sin tener ni idea de a dónde voy la experiencia me resulta bastante gratificante. Al comenzar a caminar todo me llama la atención, desde la ropa que lleva la gente hasta la arquitectura, los sonidos, los olores, la luz del cielo… Me encanta pararme a descubrir lugares que no aparecen como recomendables en las guías más conocidas.
La ciudad de Dachau es citada por primera vez en un documento en el año 805 y es por tanto más antigua que Munich. Su casco antiguo está catalogado conjunto arquitectónico protegido desde 1984.
Cada callejuela, cada callejón, cada ventana… Cada rincón de Dachau tiene algo que llama la atención. Aunque es bastante pequeño el centro histórico de Dachau, nosotros estuvimos paseando por él un buen tiempo. Fue aquí donde nos detuvimos a buscar una cafetería en la que sentarnos, detenernos, calentarnos el cuerpo y dejar pasar el tiempo para observar y entender algo más la cívica y ordenada vida alemana.
Iglesia Parroquial de St. Jakob (s. Jacobo)
Nada más salir de la oficina de turismo de Dachau nos dirigimos a la cercana iglesia parroquial de St. Jakob (Stadtpfarrkirche St. Jakob, en alemán).
Esta iglesia se localiza en pleno corazón de la ciudad de Dachau y se construyó en estilo renacentista en el siglo XVII tras derrumbarse la iglesia gótica predecesora. Su torre de 44 metros se ha convertido en todo un símbolo de la ciudad y es por tanto una visita obligada.
Pinacoteca Dachau
Se localiza también a escasos metros de la oficina de información turística. A Dachau llegaron a finales del siglo XIX y principios del XX numerosos pintores atraídos por sus hermosos paisajes, momento en el que surgió una de las colonias de artistas alemanes más importantes de la historia del arte alemán y que ejerció una gran influencia en el desarrollo del arte moderno del siglo XX.
Muchas de estas obras están expuestas en la pinacoteca (Gemäldegalerie, en alemán). Más información en esta web.
Museo del Distrito de Dachau
En el Museo del Distrito de Dachau (Bezirksmuseum, en alemán) se exponen numerosas piezas relacionadas con la historia, la artesanía local, las costumbres, las fiestas, etc. de la ciudad y del distrito de Dachau. Más información en esta web.
Ayuntamiento de Dachau
Dachau muestra con orgullo al mundo la fachada de su Ayuntamiento (Rathaus, en alemán), que tantas y tantas veces se ha reformado hasta conseguir el edificio actual del que tanto presumen.
El edificio original que ver en Dachau data de 1486. La primera reforma tuvo lugar entre 1614 y 1615, la segunda en 1934 y la tercera y última en 1976. Su construcción fue premiada por arquitectos alemanes. Dado que el Mercado de Navidad de Dachau se proyecta junto al ayuntamiento, la foto que os muestro acoge este ambiente.
Castillo de Dachau con Jardín Real, un imprescindible qué ver en Dachau
Aunque no tuvimos demasiado suerte con el tiempo (la lluvia nos acompañó en todo momento), nuestra elección de acercarnos al Castillo de Dachau (Schloss, en alemán) y pasear por el Jardín Real (Hofgarten, en alemán) fue todo un acierto. Aunque siempre se habla de un castillo como tal, lo que actualmente se exhibe en la colina Giglberg es un palacio. El castillo se construyó originalmente en el año 1100 pero trescientos años después fue destruido. Entre 1546 y 1573 se construyó en estilo renacentista el palacio actual y el denominado Jardín Real, convirtiéndose entonces en la residencia de verano de los príncipes de Baviera. Es sin duda un lugar imprescindible qué ver en Dachau.
El Palacio de Dachau cuenta con un pequeño tesoro: el techo artesonado de madera, uno de los más importantes techos artesonados del Renacimiento alemán y que se sitúa en el salón de los banquetes. Desde los miradores del palacio hay unas excelentes vistas de Múnich y los Alpes. Actualmente en el palacio de Dachau tienen lugar conciertos de categoría internacional.
Muy cerca del Palacio de Dachau, y frente a un parque infantil, se localiza la Torre del agua (Wasserturm, en alemán). El paseo hasta allí nos resultó especialmente agradable. Es un edificio restaurado que alberga exposiciones y conciertos.
Campo de Concentración de Dachau
Finalizada la visita a la Dachau subimos al coche que habíamos reservado para este viaje y nos dispusimos a acercarnos hasta el campo de concentración nazi de Dachau (KZ-Gedenkstätte, en alemán).
Sin llegar a ser uno de los campos principales de concentración del tercer Reich, fue el centro de entrenamiento de las SS y el primero en construirse, además de ser el que sirvió de modelo para la construcción de los sucesivos campos de concentración. Tuvo unas cifras escalofriantes de victimas, casi 32.000 entre los años 1933 y 1945, siendo unos 206.000 los presos que este campo de concentración recogió. SI te alojas en Munich tal vez quieras unirte a este excursión al Campo de concentración de Dachau. De ese modo podrás conocer de la mano de un guía de habla en español cada detalle de interés de este histórico lugar.
– Más información de Dachau en la web de la Oficina de Turismo de Dachau.
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Wow, qué ciudad interesante! Usted ha hecho algunas fotos muy hermosas, felicitaciones 🙂
Gracias, Raluca.
Saludos.
Muy bonito Dachau y encima con mercadillo de navidad!!
Me alegra que te guste.
Saludos.
Extraordinario, Antonio. Como siempre, tus relatos nos trasladan al mismísimo lugar del que nos hablas. No conocía Dachau, y mucho menos su campo de concentración, pero sin duda, si viajamos a Alemania o más bien Baviera, lo incluiremos en nuestra agenda para descubrir de primera mano ese ambiente alemán del que hablas y que tanto nos gusta a nosotros también.
Esperamos impacientes el siguiente relato alemán.
Saludos.
Hola Sandra.
Me alegra que te gustase el artículo de la ciudad de Dachau. Baviera encierra muchos rincones entrañables. Dachau fue una sorpresa y es una visita que recomiendo si quieres conocer la esencia del pueblo alemán lejos de las típicas ciudades con tanto turismo.
Un abrazo.
No conozco Dachau y nunca había visto fotos del pueblo, normalmente cuando leo entradas siempre hablan del campo de concentración, debe ser una visita tan dura que se después se obvia el resto de las cosas que veas ese día. En todo caso el pueblo es precioso, como todos los de la zona. Un abrazo!
Hola Caliope.
Así es, la visita a Dachau, a la ciudad, y no a su famoso campo de concentración, fue toda una sorpresa. Es la magia de aquellos lugares de los que no has leído nada y sales con ganas de descubrir sus encantos.
Un abrazo.
Estuve en Dachau, con mis padres y hermanas, cuando tenía 17 años.
De la ciudad apenas recuerdo nada, pero sí del Campo de Concentración. Salimos los cinco con el corazón tan encogido, que estuvimos mucho rato sin articular palabra.
Estuve muchos años sin poder ver ninguna película o documental sobre los campos de concentración nazis.
Leeré tu entrada sobre KZ-Gedenkstätte, pero sé que me volverán las angustiosas sensaciones, como leo sentiste tú.
Un abrazo, Antonio.
Hola Mercé.
La experiencia en el KZ-Gedenkstätte fue dura, aunque sinceramente no me arrepiento de haberlo visitado. A ver si me animo a escribir el artículo porque no me apetece escribir algo de algo tan poco divertido.
Un abrazo enorme.
Aupa Antonio!
Todos los pueblos y ciudades tienen algo especial. Como dices, estar en un sitio nuevo implica mirar con curiosidad ventanas, placas de calles, alcantarillas, terrazas, gente… Los viajes están llenos de señales y guiños, y si llevas los ojos bien abiertos, esos inputs sólo hacen que enriquecer tu culturilla general. A pesar del cielo plomizo y por mucho que el régimen nazi quisiera hacer todavía más gris esta ciudad, por lo que se ve, las coloridas casas y el piso adoquinado le dan su punto de encanto a esta ciudad. Eso sí, cada vez que veo y leo el terrible "Arbeit Macht Frei" en una puerta, se me cae el alma el suelo… Cuánta gente, cuñanto injusto sufrimiento y exterminio, qué horror. Esperamos con atención esa crónica y experiencia, supongo que son sentimientos a flor de piel. SaludoX!
Aupa, Loni!
Es la magia de salir y descubrir lo desconocido. Te hace sentir bien… te llena de vida mientras observas esos rincones, esos detalles, esos colores…
A ver qué tal mientras redacto el post del Campo de Concentración. Será duro recordaresos momentos vividos en el museo conociendo las barbaridades que los humanos pueden llegar a cometer.
Un abrazo enorme.