Durante estos dos últimos meses he venido publicando varios artículos de nuestro cuarto viaje a Alemania. Como en el último de ellos os hablé de la Catedral de Ulm, hoy voy a hablaros de los otros lugares que visitamos en esta ciudad situada en el estado de Baden-Wurtenberg a orillas del Danubio. De esta forma daré por finalizados los artículos referentes a Ulm, la ciudad natal de Albert Einstein.
Cuando te adentras en la ciudad lo primero que llama la atención es la mezcla de edificios históricos con edificios de lo más vanguardista. Este hecho, que en un principio puede condicionar desfavorablemente tu impresión de la ciudad desaparece a medida que descubres sus secretos mejor guardados. Pasear por el Danubio, contemplar la catedral más alta del mundo, mirar cada detalle de la fachada de su Ayuntamiento o perderte por su encantador Barrio de pescadores hace que pronto te reconcilies con la ciudad.
Aunque el objetivo de acercarnos hasta aquí era conocer el coqueto mercado de navidad de Ulm decidimos aprovechar nuestra estancia en la ciudad para visitar algunos de los principales puntos de interés que nos recomendaron en la oficina de información turística. Pasear con parsimonia por sus coquetas calles, visitar sus edificios históricos o tomar un glühwein (bebida típica durante la navidad, fecha en la que fuimos) entre alemanes observando sus quehaceres diarios fue una experiencia inolvidable.
Lástima las escasas horas que le asignamos a Ulm durante la planificación de este viaje a Alemania. De haber pasado aquí un día más podríamos habernos acercado a conocer la Abadía de Wiblingen, el Museo de Ulm, la galería de arte Weishaupt, el Museo de Ciencias Naturales o simplemente dejar pasar el tiempo tomando un café o unas cervezas mientras observas el orden y el civismo que tanto caracteriza al pueblo alemán y que tanto me gusta. En cualquier caso, las 5-6 horas que dedicamos aquella mañana a visitar Ulm (sumadas a las 2 horas de la noche anterior visitando el mercado de navidad) fue más que suficiente para enamorarnos de la ciudad. Por ello, os muestro a continuación todos los lugares que visitamos en Ulm.
Marktplatz de Ulm
Es el centro neurálgico de la ciudad en el que se alza la increíble Catedral de Ulm y el Stadthaus (de los que os hablaré a continuación). La construcción en estilo vanguardista de la Stadthaus ocasionó una gran polémica en la ciudad por su gran contraste arquitectónico con la catedral que se sitúa a escasos metros de ella.
La Marktplatz acoge cada año al coqueto mercado de navidad durante el adviento. Fue aquí, como ya os he comentado, el primer lugar que visitamos en Ulm aquella noche cuando llegamos a la ciudad (justo antes de dirigirnos al Best Western Plus Atrium Hotel, el alojamiento reservado situado a las afueras de la ciudad). Como llegamos un pelín tarde no conseguimos ver el mercado de navidad en todo su esplendor, aunque nos dio tiempo a probar algunas de sus más sabrosas salchichas acompañadas de un rico y calentito glühwein.
Catedral de Ulm – Ulmer Münster
Aunque la visitamos por la noche cuando fuimos a conocer el mercado de navidad, decidimos acercamos de nuevo a la mañana siguiente. La imponente Catedral de Ulm es la obra arquitectónica que lo domina todo en esta ciudad y cuya construcción se inició en estilo gótico en el siglo XIV y finalizó en el siglo XIX. En la actualidad está catalogada como la torre de iglesia más alta del mundo con 161,53 metros.
Comenzamos la visita subiendo a lo más alto de la torre. Subir 768 escalones para alcanzar los 143 metros de altura del mirador principal es todo un reto. Tras 15-20 minutos de fuerte subida conseguimos nuestro objetivo. Desde arriba las vistas panorámicas de la ciudad y del Danubio son realmente extraordinarias.
Las obras maestras góticas del interior de la catedral atrapan todas las miradas. Me llamó especialmente la atención la altura de sus arcos y el coro, al igual que el altar (obra del célebre Hans Multscher), las vidrieras del siglo XV, la pila bautismal de Jörg Syrlin el Joven y sobre todo la sillería con filósofos, profetas y apóstoles tallada por Jörg Syrlin el Viejo (1469-1474).
Casa de la ciudad de Ulm – Ulmer Stadthaus
Tras finalizar nuestra visita a la catedral de Ulm nos acercamos a la Stadthaus (casa de la ciudad, en alemán), un edificio blanco de diseño vanguardista proyectado por el prestigioso arquitecto neoyorquino Richard Meier e inaugurado en 1993. El hecho de haberse construido en la plaza de la catedral a escasos metros de ella fue motivo de una gran polémica por el enorme contraste existente entre ambas obras arquitectónicas.
El Stadthaus se define como una casa abierta para el arte, la cultura y el hombre. En la actualidad es la sede de la Oficina de Información Turística y además alberga salas de exposiciones permanentes y temporales de conferencias y espectáculos. En la tercera planta hay una cafetería desde la que se obtiene unas fantásticas vistas de la catedral.
Ayuntamiento de Ulm – Ulmer Rathaus
A unos pocos pasos más allá de la Stadthaus y de la Catedral se localiza el hermosísimo Ayuntamiento de Ulm. Construido en 1370 en estilo gótico y renacentista, debe la fama a su bonita fachada pintada en la que destacan el reloj astronómico decorado (instalado en 1520) y los escudos de todos los reinos que formaban el Imperio alemán en la Edad Media, incluidos los de Castilla y Aragón.
En el interior del edificio se encuentra una réplica del aparato volador del legendario “Sastre de Ulm” (Albrecht Ludwig Berblinger). Esta «aeronave» recuerda a una mariposa de franjas rojas y blancas. Desgraciadamente sus intentos de cruzar el Danubio hace más de 200 años no tuvieron éxito; ese día no soplaron vientos favorables y cayó al río.
Paseo por la Muralla de Ulm junto a la Torre de los Carniceros
Nos resultó especialmente agradable el paseo por la muralla a orillas del Danubio. El buen tiempo que nos hizo lo facilitó. Aquí destaca la Torre de los Carniceros (Metzgerturm, en alemán), más conocida popularmente como la “Torre inclinada”. La construcción de la torre data de 1345 y posee una altura de 36 metros. Estar situada en un terreno antiguamente pantanoso ha hecho que con el tiempo se haya inclinado nada más y nada menos que dos metros.
Nuestro paseo por la muralla concluyó al llegar al más idílico de los barrios de Ulm, el de los pescadores.
Barrio de Pescadores de Ulm – Fischerviertel
El Barrio de Pescadores (Fischerviertel, en alemán) puso el broche de oro a nuestra visita a Ulm. Se trata de un pequeño y pintoresco barrio de pocas calles con hermosas casas de entramados de madera atravesadas por canales cuyas aguas dan al Danubio. Pasear por sus hermosos callejones adoquinados y cruzar sus coquetos puentes te retraen a la Edad Media. En la actualidad se encuentran aquí muchos restaurantes, galerías y pequeñas tiendas especializadas.
Merece la pena acercarse hasta la Casa Inclinada (das Schiefe Haus, en alemán), un edificio de madera que data del siglo XIV (actualmente un hotel) y que desgraciadamente se hunde por el peso de los siglos. Según el libro de los Records Guiness es el hotel más inclinado del mundo. Si quieres reservar este hotel haz click en este enlace, pero eso sí, prepara la cartera.
De manera contigua al Barrio de Pescadores se encuentra el Barrio de Curtidores (Gerberviertel, en alemán), también rodeado por canales. Este hecho les ha supuesto a ambos ser catalogados al igual que otros muchos rincones del mundo como la “Pequeña Venecia”.
Casa de juramento – Schwörhaus
Nuestra visita a Ulm finalizó acercándonos hasta la Casa de los Juramentos (Schwörhaus, en alemán). Se sitúa en la Plaza del Vino (Weinhof, en alemán) y fue construida entre 1610 y 1612 para servir a modo de palacio de justicia.
Desde 2007 el Schwörhaus acoge al Museo de Historia de la Ciudad (Haus der Stadtgeschichte, en alemán) que muestra una exposición permanente de los acontecimientos y temas más importantes de la historia de la ciudad de Ulm.
Ulm fue sin duda una de las sorpresas más gratas de nuestro cuarto viaje a Alemania. Cada rincón y cada esquina siempre regalan algún suspiro de admiración. Cuando la visites, olvídate de las prisas y saborea cada lugar y cada momento en esta ciudad que con su denominado «dedo de dios», la catedral más alta del mundo, casi roza el cielo.
Más información en la web oficial de la Oficina de Turismo de Ulm (en inglés, frances y alemán).
Son fascinantes las casas con entramados de madera. No pudimos visitar Ulm cuando fuimos a Baden Württemberg por falta de tiempo, pero para la próxima caerá sí o sí. Fantástico post, gracias por compartir
Hola Lugares de Libro.
Gracias a vosotros por dejar vuestra opinión.
Un fuerte abrazo.
Qué chulada de ciudad! Me recuerda un poquito a Nürnberg, y me encanta 😀 La apunto para mis futuros viajes a Alemania, que espero que lleguen pronto jejeje.
Un abrazo Antonio, nos vemos en unos mesecitos (¡espero!)
¡Hola Arantxa!
Ulm fue una de las mayores y mejores sorpresas de nuestro último viaje a Alemania en diciembre de 2016. Sin duda, lo recomendamos al 100%.
¡Nos vemos pronto!
Abrazos.
Me ha encantado todo lo que cuentas, muy interesante y las fotos preciosas.
Yo he estado en dos ocasiones por tierras alemanas y la verdad, todo lo que he visto por allí me ha encantado.
Un abrazo.
Hola Otra Mirada.
Los pueblos de Alemania atrapan muchísimo. Yo sueño cada año con regresar, máxime cuando se acerca la navidad.
Abrazos.
Gran entrada Antonio, como siempre, transmites muy bien el espiritu del lugar. Un abrazo
Gracias, Juan.
Tus comentarios son siempre muy bienvenidos.
Un fuerte abrazo.
Me ha gustado mucho tu descripción de todo. Se ve una ciudad interesante con mucho por ver.
Así es, Gabriela. Sin duda, Ulm, sin llegar a ser de las ciudades más conocidas, sorprende bastante.
Abrazos.
Un reportaje que me ha encantado! La verdad es que la ciudad me sorprendió mucho con esta altísima catedral. La visitamos en Semana Santa, es decir, sin las paraditas de navidad, aunque con bastante frío. Habrá que acercarse durante esta fiesta que mencionas, el Lunes de Juramento, de la que no tenía noticia alguna.
También le dedicamos nuestro post a Ulm, que se lo tiene merecido, aunque no sea de las más famosas ciudades del país.
Un saludo!
Lo sé, Jordi. Os leí el post nada más publicarlo y tiré de él para visitar la ciudad.
Me alegra que te haya gustado.
Un fuerte abrazo.
Me encantó Ulm, un placer haberla vuelto recorrer a través de tu entrada y fotos. Un saludito.
La verdad es que es un comentario repetido por todos, una buena sorpresa.
Abrazos.